Ruta Alía-La Calera-Navalvillar de Ibor-Guadalupe-Alía


El domingo 30 de Octubre,día del nuevo cambio de hora,partimos desde Navalvillar de Pela hacía Alía seis ciclistas con ganas de pasar una buena mañana de mountain bike.
A los ya habituales Victor" el carpin",P.I.P.,Luismi,el presi Don Manuel y yo mismo(Juanpe),se nos unió el colega Antonio de Madrid,un máquina que solo disfruta cuando el camino se empina.

Ayer ibamos de estreno,ya que llevamos un portabicis que adquirió el club hace unos dias.Y la verdad es que fué de lujo,acostumbrados como estabamos al del presi,que solo nos daba disgustos cada vez que lo usabamos a pesar del trato exquisito que le propinabamos."Y es que lo barato al final siempre sale caro"...sabio refrán que usa Victor "el carpin" habitualmente.Para este hombre,la palabra crisis no existe en su diccionario,y lo más caro siempre es lo mejor.Sabio razonamiento para tener un pentium con tan poca memoria ram.

En la salida de Pela se adelantó el presi hacía Alía mientras los demás acababamos de cargar las bicis y marchabamos también.
A pesar de salir un buen rato antes,nos llevamos una sorpresa al llegar a nuestro destino y no estar allí esperandonos.La verdad es que le llaman "el gps"por algo.Siempre tiene una ruta alternativa vayamos dónde vayamos.Y siempre nos acaba perdiendo.¡Igual que los gps de verdad!
Al poco apareció por allí contandonos su película particular sobre la prima de riesgo y la independencia de Palestina y pudimos continuar la ruta.
Ya preguntaremos a su copiloto Luismi que nos cuente lo que ocurrió realmente.(Alguna mala lengua del club dice que es la próstata,que empieza a fallar.Yo me reservo mi opinión...aunque con su edad ya se sabe.)

El comienzo de la ruta es fortísimo desde el inicio,con una subida de casi 8 kmts.que solo te deja un par de respiros,y que te obliga a llevar el plato pequeño todo el tiempo.
Algunos salieron demasiado fuerte,sin pensar que todavía quedaba mucha ruta,y otros nos quedamos haciendo de samaritanos con los que iban peor y reservando fuerzas para lo que quedaba.
Al final,la mayoría abandonó el barco saltando a mitad de camino,con excusas tan pobres como la mujer y los hijos,los casados,(con lo agusto que estarán sin ellos),y el soltero que ya no pone ni excusas,dimite directamente sin rodeos(porque no puede agarrarse a la excusa de la parienta).

El final de la subida es un mirador de guardas forestales que ofrece unas vistas fantásticas a las Villuercas,y que se encuentra a unos mil metros de altura.

Después de comer algo arriba volvimos hacía atrás unos kilometros y cogimos un camino con dirección a la pequeña población de La Calera,y después de algunos pequeños repechos y bajadas pasando por fincas de pastoreo caprino llegamos a nuestro destino.Aquí,la mayoría de los que se apretaron en la cuesta regresaron a Alía por la vía rápida después de haber dado lo mejor de sus cuerpos anteriormente.
Continuamos el camino el colega Antonio,P.I.P. y el que escribe éstas lineas. Después de despedirnos nos recibió una subida de las que dan ganas de darse la vuelta y acompañar a los desertores,como les bautizó el colega P.I.P.,pero al acabar ésta nos recibió un valle de castaños y robles de los que merece la pena haberse pegado el palizón.Iniciamos una bajada preciosa con dirección a Navalvillar de Ibor,y depués de consultar a un cabrero de la zona que atendía a su ganado,continuamos el camino.

Un par de subiditas después,iniciamos un descenso por un tramo de carretera en el que cogeríamos un desvío que nos llevaría hasta Navalvillar de Ibor, de nuevo por caminos sin asfaltar.Pero el colega P.I.P.,que ya había entrado en la fase de ahorro de energía,se largó cuando consultabamos el gps y se saltó el camino,continuando en solitario bajando a todo trapo por la carretera,quizás recordando con nostalgia su pasado de motero.(Quizás no,¡seguro!)
Aquí hubo cambio de planes,y tuvimos que continuar también por carretera,descendiendo en un continuo zig zag por un precioso bosque,que nos llevó hasta un cruce en el que nos esperaba el susodicho P.I.P.
Después de preguntarle al "nota" por su espantada y obtener una mirada perdida por respuesta,volvimos a consultar a unos lugareños y al gps e iniciamos una ascensión que nos llevaría hasta una ermita que hay en la carretera que va desde Guadalupe hasta Navalmoral de la Mata,y en la que ya se contemplaba el monasterio y sus alrededores desde las alturas.
Aquí hicimos un pequeño avituallamiento,los que llevabamos comida,y el que no la llevaba se alimentó con la mirada,y después de una bajada en la que dejamos Guadalupe a nuestra derecha,iniciamos la subida hasta Alía también por carretera.

Al final hicimos 62 kmts.,con casi 1400 metros de subida acumulados.Un buen palizón que mereció la pena,y que repetiremos proximamente algunos más,entre los que se encontrarán los desertores seguramente.

P.D.:El club Siberia Extrem ha emitido una nota en la que queda terminantemente prohibido dar de comer y beber a todo miembro del club que después de las 500 salidas en bici siga llevandose un canapé como bocadillo y un polo flás para beber en las rutas de más de cuatro horas.
La sanción será la más fuerte estipulada en los reglamentos de nuestro club y ejecutada con mano firme.

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